innate-agape

Flag of Mexico

Mi nombre es David Huerta, originario de la Ciudad de México y actualmente viviendo en el extranjero. Soy egresado en Administración y Negocios Internacionales, y actualmente estoy estudiando una Maestría en Negocios en Varsovia, Polonia.

Hace casi 2 años que no visito México, me mantengo informado sobre la situación social, política y económica de nuestro país únicamente por noticieros online y por lo que me pueden platicar mis familiares o amigos que residen en México.

Trato de hacer memoria y en 24 años de vida que tengo no recuerdo un evento de tal magnitud en nuestro país; la situación es muy preocupante vista desde fuera de México.

Durante los último 3 meses hemos vivido situaciones que han desestabilizado al país, tales como: marchas de alumnos del IPN por el cambio del reglamento interno, disparo de policías dentro de la UNAM, la ‘casa blanca’ de la esposa del presidente, y finalmente la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa.

La desaparición de estos estudiantes ha sido un caso que ha llegado a todos los rincones del planeta, y ha generado gran controversia en toda la sociedad mexicana. Este caso posiblemente nunca sea explicado y resuelto en su totalidad; he leído numerosas versiones de los hechos: los estudiantes los mandó a matar el gobierno sin razón, algunos estudiantes de esos 43 tenían lazos con grupos del narcotráfico y fue un ajuste de cuentas, e incluso que uno de estos estudiantes fue detenido en una manifestación después de que hicieron ‘oficial’ su muerte. Espero honestamente que estos estudiantes sigan con vida y que pronto puedan regresar a casa con sus familiares.

La demanda principal de muchos mexicanos es la renuncia del actual Presidente de México, y si el no cumple con esta petición demandada temo que algunas personas inicien alguna revolución real para quitarlo del poder (no revolución por internet usando Hashtags). Desde mi punto de vista esto no es una solución; existirían repercusiones económicas grandísimas para nuestro país. Miles de empresas extranjeras huirían de nuestro territorio tratando de proteger su patrimonio (yo haría lo mismo si tengo inversiones en un país y veo que la estabilidad política del mismo es nula), y esto conllevaría a que millones de mexicanos perdieran sus empleos (incluyendo mis familiares y mis amigos), tristemente o no el mundo actual se mueve por medio del dinero, y así será al menos por los próximos siglos.

Ningún país en la actualidad es autosuficiente, cada país del mundo necesita de los otros, necesitamos inversión extranjera en nuestro país, ser un mercado más atractivo para el mundo, mejorar nuestra situación económica, fortalecer nuestra moneda, que se generen más empleos, evitar fuga de capital humano y prosperar poco a poco. México es un país donde el turismo juega un papel fundamental en la economía, la imagen de México ahora en el mundo no es muy buena, y tenemos que trabajar todos en mejorarla. Si la estabilidad política del país es inexistente, si el Presidente renuncia o llegan a asesinarlo, todas las industrias mexicanas van a sufrir (ver el caso actual de Ucrania), si el turismo llegara a sufrir más, generaría repercusiones negativas en las industrias hoteleras principalmente, dejando a millones de mexicanos sin un empleo y sin un ingreso para sus familias. Pero no sólo es esto, puede ser que las relaciones políticas y económicas con otros países se rompan en parte o en su totalidad, ¿se imaginan una ruptura económica con Estados Unidos o Europa? Miles de empresas nacionales quebrarían en menos de lo que ‘canta un gallo’. Es posible también que si nuestro país parece zona de guerra por un golpe de estado o algo peor, nuestro pasaporte valdrá cada vez menos, no quiero ni llegar a pensar que nuestro pasaporte tenga el mismo valor y las mismas restricciones de ciudadanos en países como Irak, Siria o Afganistán, en donde a casi todos los países que visiten por turismo o negocios necesiten una visa temporal que muchas veces les es negada. Además, la inflación en nuestro país se dispararía sin control, los productos alcanzarían precios absurdos en donde nadie se salva, y si crees que ahora estamos ‘mal’, no puedo esperar a ver cómo será nuestra situación.

A las personas que demandan esta renuncia del Presidente quiero hacerles algunas preguntas: Si logran su cometido y EPN se va del poder ¿Qué es lo que vamos a hacer?, ¿Quién sería nuestro líder?, ¿Han pensado en algún candidato capaz de levantar a México desde cero? Actualmente yo no conozco a ningún político que sea capaz de ocupar a este puesto; y si estas protestas van en serio y tienen resultados ¡Tenemos que empezar a pensar que es lo que vamos a hacer!. Quiero dejar algo muy claro, en caso de que haya otro Presidente en México en muy poco tiempo, el próximo Presidente no va a sacar una varita mágica de su pantalón y diciendo ‘Abra-cada-bra’ el país mágicamente se convertirá en una potencia mundial con la economía de EUA o Alemania en 5 segundos. No tengo ninguna preferencia política, y por escribir esto no he recibido pagos por parte del PAN, PRI, PRD o algún otro partido, es simplemente mi opinión personal.

Esta frase es muy trillada pero es la verdad: ‘El cambio está en nosotros’. Dejemos de culpar al gobierno de todos nuestros males. La educación comienza desde nuestra casa, los padres tienen que enseñar y educar; no tenemos que tirar basura, dejar de insultar en el tráfico, no mentir, no tratar de hacer ‘pendejo’ al que tienes a un lado, no engañar, no dar mordidas, denunciar crímenes, no acceder a la prostitución, no drogarse, no copiar en los exámenes, no agredir, no fomentar la piratería, respetar a policías (no todos son corruptos, pero todos son seres humanos), no manejar borrachos, pagar nuestros impuestos, no robarnos la luz, recoger la popo de nuestras mascotas, estudiar, aprender otro idioma, ser honestos, ser responsables, entre muchas otras cosas más.

Yo siempre he tenido la idea de que el gobierno no es un mago, y con sólo tronar los dedos me va a dar trabajo, dinero, educación o un patrimonio; he tenido la idea de que ellos no me van a dar absolutamente nada, y en cambio he mantenido mi pensamiento del ‘quién quiere puede’. Yo no soy una persona rica, ni tampoco mis padres, pero creo firmemente que mi futuro depende de mí y sólo de mí. Un claro ejemplo de esto es: Mis abuelos paternos no tenían ni siquiera educación básica, llegaron a la Ciudad de México a ‘ jugársela’. Ellos eran de la clase baja y para ser honestos no con muchas oportunidades. Tuvieron 6 hijos, únicamente los 2 hermanos mayores decidieron estudiar una carrera universitaria, les costó y mucho, tener que combinar estudios y trabajo durante 4 años, pero al final esto tuvo resultados positivos, tienen mejores trabajos y su situación económica es un poco mejor que la de sus hermanos. Los 4 hermanos con las mismas condiciones, y con las mismas oportunidades decidieron tomar caminos diferentes, fue su decisión personal.

No existen límites, y si crees que hay límites te los estás poniendo tú mismo. Tienes que invertir en tu persona, metiéndote a una escuela de idiomas, en tu educación superior, si no conseguiste un lugar en las universidades públicas estudia más para el próximo examen o busca alguna beca en alguna universidad privada. ¡No hay pretextos! ¡Es tu vida y tú haces lo que quieras con ella!

Tal vez la culpa de los que están en el poder sea nuestra en gran parte, ¿cuántos de nosotros investigamos a nuestros candidatos? No sólo hablo del Presidente, hago referencia sobre nuestro gobernadores, diputados, senadores o presidentes municipales. Estoy seguro que mas del 50% de los mexicanos capaces de votar no tienen ni la más remota idea de quién es la persona a quién le están dando su voto, ¿Es culpa de los políticos? La respuesta es NO, la culpa es sólo nuestra.

Yo siempre he estado en contra de las marchas absurdas y cierres de escuela públicas. Posiblemente en países dónde existen 5 o 6 manifestaciones al año, estas manifestaciones sean en verdad escuchadas por todas las personas y tengan resultados positivos. Pero en nuestro país, principalmente en la Ciudad de México dónde se tienen alrededor de 6-8 manifestaciones al día, dando un total de mas de 2,000 manifestaciones al año, estos gritos de reclamo no son escuchados en lo absoluto. Tenemos el derecho a manifestarnos si nos sentimos inconformes, pero recuerden que estas manifestaciones se tienen que hacer sin afectar a terceros., ¿en verdad lo hacemos?,¿cuántos de nosotros o nuestros familiares no han llegado tarde a la escuela, trabajo, entrevistas por culpa de alguna manifestación? Estoy seguro que muchísimos. A mi no me gustan estas manifestaciones porque muchas carecen de planeación y de conciencia, si yo trabajador de una empresa nacional o internacional llego 3 horas tarde a mi trabajo por culpa de que estaban cerradas todas las avenidas, a mi jefe o dueño de la empresa le va a importar un ‘cacahuate’, tal vez no me paguen ese día laboral y ciertamente los manifestantes tampoco lo harán.

El último cierre de las escuelas del IPN que duró más de 1 mes, perdón a los estudiantes del IPN pero ¿en verdad era necesario tanto tiempo?, cumplieron con el objetivo de no implementar el nuevo reglamento y la destitución de la directora. ¿Porqué siguieron dejando sin la oportunidad de ir a la escuela a miles de jóvenes después de la destitución de la directora? Tal vez había muchos estudiantes que tenían otro punto de vista o que apoyaban ese reglamento, y posiblemente nunca fueron escuchados. ¿No era mejor seguir negociando con las demandas de grupos estudiantiles mientras las puertas del IPN eran abiertas para que los estudiantes siguieran con sus estudios? Esto tiene repercusiones negativas para muchos estudiantes (incluyendo familiares), algunos estudiantes tuvieron que meterse a trabajar, otros tuvieron que esperar unos meses más para recibir su título profesional, y honestamente espero que puedan salvar este semestre. Entiendo su frustración y enojo de algunos, pero recuerden que cada acción tiene sus consecuencias no sólo para ustedes, en este caso para todos los estudiantes.

Finalmente, otro punto a considerar es cuándo se habla por ‘todos’ los mexicanos, estamos de acuerdo con que las personas que asisten a las marchas apoyan 100% el movimiento eso no lo vamos a negar, pero ¿porqué hablamos por todos? Las redes sociales (que mal informan en mi opinión) no son la opinión de TODOS los mexicanos, y me incluyo en esto, yo no quiero lo que los manifestantes demandan, creo que existen otros medios para cambiar a nuestro amado México, y ese cambio no está en manos de políticos, el cambio está en nuestras manos.

Un abrazo afectuoso para todos los mexicanos y mexicanas, y espero que la situación en nuestro país mejore de la mejor forma posible. ¡Creí, creo y siempre creeré que México es el mejor país del mundo! ¡Es un orgullo ser mexicano!

Author

Blogger mexicano viviendo en Polonia

2 Comments

  1. Bianca Sandoval Reply

    Chico, leí con atención tu artículo, y me quedé pensando mucho en como podría comenzar a tener un diálogo contigo. Tu visión es muy bonita pero sin duda muy ingenua. El mejor país del mundo tiene una parte muy muy oscura, mucho más oscura de lo que te imaginas, mucho más oscura que la imprudencia de uno o varios ciudadanos tirando basura en las calles o evitándose la molestia de hacer algo productivo con las heces de sus perros. Este mejor país del mundo como tú le llamas, está lleno hasta desbordarse de una injusticia social que nosotros los clasemedieros apenitas podemos imaginar. De una repulsión de su gente por su gente, de una hediondez del alma que les traspasa todo el cuerpo hasta llegar a la dermis, la epidermis y alcanzar con su olor a los de al lado. O si no, ¿cómo te explicas que las desapariciones forzadas sean el pan de cada día en casi todo el país. Tantas familias desmembradas por el terror de los que son capaces de matar o mandar matar y desaparecer a miles de personas toooodos los días. Niños sin madres, madres sin hijos. Este terror no es un caso aislado ni proviene de la disfunción mental de un sólo descerebrado. Este terror se generó en el caldo de cultivo de un estado -el priista- que mantenía hacia afuera y ante la opinión pública una imagen casi santa de nobleza inmaculada. Cuando en su seno se cocinó durante décadas la necesidad -que se convirtió en estrategia- de mantener «el orden», su orden, a través del terror. Muchos mexicanos lo ignoraban, muchos otros, estuvieron dispuestos a callar o a hacerse de la vista gorda de tales y tantas atrocidades con tal que no les movieran su estabilidad, su idea de que México era el mejor país del mundo. Pero un estado que administra correctamente las riquezas de un país inmensamente rico -y tú mejor que nadie debe saberlo, ya que estudiaste Administración de empresas y negocios internacionales- y las sabe repartir a todos sus gobernados con probidad no tiene necesidad de montar una estrategia de terror para acallar la disidencia. Porque sabría que esa disidencia poca razón tendría en sus juicios y acusaciones. Sin embargo, la riqueza de este «mejor país del mundo» ni se administraba bien, ni mucho menos se repartía. Y la pobreza siguió lacerando a la mayoría, por eso en Guerrero, uno de los estados más pobres del país se perpetuaba la disidencia con respuestas más o menos drásticas por parte del gobierno y resultados más o menos trágicos. La consolidación del narcotráfico en nuestro país y de toda la violencia que ésta ha traído consigo, no fue posible por la irresponsabilidad y la debilidad de los señores que tiran basura en la calle o de quienes no se esmeran por estudiar varios idiomas. ¡No señor! Ésta fue posible por la connivencia de los hombres de estado con los señores de los cárteles, allá por la década de 1980. El horror que siempre había caracterizado el actuar de los gobiernos priistas se recrudecería cuando se dio luz verde a los negocios de los señores de la droga. La guerra contra las drogas es un disfraz porque tras los telones, los honorables y siempre bien vestidos señores de estado y muchos empresarios, se reparten el botín con los demonizados narcotraficantes y quienes resultan ser chivos expiatorios de todo este desaire son los segundones y carne de cañón los demás ciudadanos. Además de las jugosas ganancias que los señoritos de estado se reparten y que son producto de la extracción y venta de los recursos naturales que pródigamente nos da este terruño al que tu afectuosamente llamas «el mejor país del mundo» , no conformes con la tajada se embolsan también y a cómo pueden, los remanentes de aquellos tan riesgosos negocios. Y así con todo, músicos de gran talla y empresarios de la mejor clase se codean y tutean con los capos que el gobierno tan «afanosamente» persigue. Aquí en este «mejor país del mundo» parece que los buenos son malísimos y los malos terminan siendo más buenos que San Francisco de Asís, eso sí como por arte de birlibirloque. Mientras tanto los pobres campesinos y los ciudadanos de a pie, como yo y tantos otros, tenemos que soportar las veleidades de su fina cúpula y aguantar vara, porque calladitos nos vemos más bonitos. Es muy obvio que nadie quiere que México se convierta en un Irak o un Afganistan, países que pobresitos, por tener petróleo en su territorio tienen que soportar invasiones de países que por su adicción al petróleo barato y a robar bienes ajenos son capaces de las peores atrocidades. Nadie quiere que México se convierta en una zona de guerra, aunque ya lo es, aunque nosotros en las ciudades no nos demos cuenta. Hace no mucho una prima mía que vivía en Monterrey tuvo que salir literalmente huyendo de ahí, se refugió en Canada, porque la violencia, los balazos, los secuestros, eran de todos los días. Violencia que creció al abrigo del estado y de muchos reconocidos empresarios. Este país es ya una zona de guerra, o te parece poco para sustentar mi argumento, cientos de cuerpos encontrados en fosas clandestinas allá por el estado de Guerrero. Miles de mujeres desaparecidas en el Estado de México y otras miles en Juárez. Hablas del turismo y de la urgente necesidad de que en México se reciban empresas e inversiones extranjeras para que estas inversiones mejoren la calidad de vida de la población y con todo respeto no veo relación entre una cosa y otra. Empresas extranjeras van y empresas extranjeras vienen y la calidad de la mayoría de los mexicanos ni mejora, ni se beneficia, porque el dinero no se reparte ni mucho menos se derrama sino que se concentra en la parte más alta de la pirámide desde donde los beneficiarios nos avientan condescendientes, un montón de moneditas de a peso que nosotros con gran furor nos arrebatamos despectivamente. Mientras miramos al que nos las quiere quitar, lo descalificamos con aire de tiunfo: !este pelado no se merece mis moneditas porque no se esforzó lo suficiente!.

  2. Javier Montoya Reply

    Buenos días David, estoy totalmente de acuerdo con lo que indicas, personalmente creo que las marchas no arreglan nada, consideró que no es la forma ni fondo para cambiar a México, pero también ten en cuenta que el gobierno hace dependientes a la gente pobre para tomar su voto, en México existe mucha diversidad social es mas la gente en pobreza, con poca educación y esa es la parte basica para cambiar creo firmemente que ese debe ser nuestro pilar para partir hacia un México mas poderoso porque tenemos todo. Saludos desde acá y me da gusto que compartas parte de tus peripecias en Polonia, por cierto un lugar muy interesante y bonito, la gente de allá se nota muy agradable.

Write A Comment